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Medellín: La leyenda de la Dama Blanca.

2 abril 2020

Río El Tejar, alrededor de 1910. Postal editada por Rieken y Martínez sucr.

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LA LEYENDA DE LA DAMA BLANCA.

Juan José González Fernández.

1943.

La leyenda de la Dama Blanca tuvo por escenario la cercana Villa de Medellín, que dista sólo unos cuantos kilómetros de Veracruz y que fundara el Conquistador don Hernando Cortés.

Cuentan que vivía en aquel entonces en la Villa, una hermosa joven, hija de acaudalado ranchero, que siguiendo las costumbres de la época, la comprometió en matrimonio con otro vecino del lugar, viejo amigo suyo y muy rico; mas ella estaba enamorada de un muchacho veracruzano a quien había correspondido en secreto, manteniendo relaciones amorosas a ocultas de su padre.

Habiéndose fijado la fecha para la boda concertada y viendo lo inevitable, decidieron los enamorados huir juntos en la víspera de la celebración del matrimonio.

La noche en que había de efectuarse la fuga, salió el galán de la Nueva Veracruz, dirigiéndose a caballo rumbo a Medellín, y al llegar al Tejar ya tarde, no encontró ningún medio para poder cruzar el río de Xamapa, que a la sazón estaba muy crecido.

Desesperado por aquella contingencia, recorrió la orilla del río, buscando inútilmente un medio para cruzarlo y viendo lo imposible de realizar su intento, se dio a maldecir en voz alta, hasta llegar a decir que gustoso daría su alma al Diablo si le proporcionaba en ese instante un «cayuco.»

Aún no terminaba su imprecación, cuando vio entre las sombras de la noche, que venía río abajo una pequeña embarcación manejada por su barquero, y que al verle en la orilla se dirigía a él, diciéndole si quería cruzar la corriente. Aceptó al momento el galán y subiendo al «cayuco» con todo y su cabalgadura, empezaron la travesía.

Cuando habían llegado al centro del río y se encontraban en lo más fuerte de la corriente, el barquero perdió la pértiga y la nave empezó a girar haciéndola zozobrar.

Cayeron al agua los dos hombres y la cabalgadura, sin que volvieran a salir a la superficie . . .

A la mañana siguiente, las campanas de la Iglesia de Medellín tocaban alegremente, anunciando la boda y minutos más tarde salían los novios del templo.

Al pasar frente a la plaza del pueblo, vieron a un grupo de personas que rodeaban el cuerpo de un lagarto acabado de pescar en el río, enterándose por los curiosos que presenciaban el espectáculo, que en su interior habían sido encontrados los restos de un hombre que no llevaba otro medio de identificación que un anillo de plata con un zafiro, mismo que mostraron a los novios, que eran la hija del rico ranchero y aquel viejo amigo de su padre.

Cuando los ojos de la recién casada se posaron en la prenda, dio un grito de angustia y horror al reconocer el anillo que siempre llevaba puesto su novio, a quien inútilmente había esperado toda la noche anterior.

A resultas de la impresión recibida, la joven perdió el juicio, muriendo meses más tardé sin recobrarlo. . .

Dicen los rancheros de la comarca que desde la fecha en que murió aquella joven y por las noches, suele verse la forma de una mujer vestida de blanco, que recorre los campos y las riberas del río de Xamapa, lanzando lastimeros gritos que llenan de pavor los corazones más esforzados, y agregan que se trata del alma en pena de la amante muchacha, que busca incansable a su galán que entregó el alma al diablo.

Con algunas variantes, esta vieja leyenda veracruzana sirvió de tema a unos versos alejandrinos que legó a la posteridad el poeta veracruzano don Manuel Díaz Mirón, padre del Príncipe de las letras hispano-americanas, don Salvador Díaz Mirón.

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Fuente del texto:

González, Juan José, Trece leyendas e historias de la ciudad de Veracruz, Veracruz: s.e., 1943, pp. 17-18

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1943: Trece leyendas e historias de la ciudad de Veracruz.

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  1. Alexander permalink
    14 octubre 2021 16:31

    En donde se menciona (XAMAPA) se escribe con J así JAMAPA…eso es algo que deberían tomar en cuanta por la ortografía

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